Durante el Renacimiento, los artistas imaginaron a las mujeres como seres angelicales con unos rasgos comunes: tenían largas melenas rubias, ojos azules, frente amplia, labios y mejillas sonrosados, dientes como perlas, cuello estilizado, caderas amplias y piel blanquísima. Como han estudiado los alumnos de Literatura Universal, en la poesía esta descripción fue convertida en un tópico literario: la donna angelicata.
En este vídeo, una alumna de Bachillerato os explica cómo ha ido cambiando el canon de belleza femenino desde el Renacimiento hasta el presente. Como dice María del Mar, la belleza es totalmente subjetiva y no debemos obsesionaros con un cuerpo perfecto, pues la «mujer perfecta» es un concepto impuesto por la sociedad.